Abrir la ventana o una puerta y encontrarse un nido de avispa, no suele ser la mejor manera de empezar el día, pero, ¿y si ese mismo nido fuera de colores?, ¿ayudaría?.
La avispa del papel europea o avispa cartonera (Polistes dominula) construyen generalmente sus nidos mascando trozos de madera, pues bien, el estudiante de zoología Mattia Menchetti modificó esta conducta introduciendo de forma gradual una variedad de papel de colores de tal forma que las avispas conviertieron sus construcciones en un auténtico arcoiris arquitectónico.
No es la primera vez que los científicos descubren insectos que produzcan materiales de colores con la ayuda de coloración artificial. En 2012, los residuos de una planta de M&M causó la coloración de la miel de abejas que tornó a colores azules y verdes, un caso más decepcionante que insólito.
Pero el caso de las coloraciones de sus estructuras no es exclusicamente de la fauna, recordamos en este mismo medio los curiosos casos de las mazorcas arcoiris del granjero de Cherokee de Oklahoma.